ruta del cares

La Ruta del Cares (Picos de Europa) es una de las más espectaculares de España, además de muy sencilla, puesto que no requiere ninguna preparación especial y está al alcance de cualquiera. Sus impresionantes desfiladeros te van a dejar con la boca abierta, palabra. Let’s go!

Su origen reside en el mantenimiento del canal de alimentación de la central hidroeléctrica de Camarmeña – Poncebos entre el año 1916 y 1921, y posteriormente ampliado entre 1945 y 1950. 

Esta ruta nos permite pasar de una provincia a otra sin darnos ni cuenta, pues iniciamos el paseo en Poncebos (Asturias) y lo acabamos en Caín (León). Es prácticamente llana y no requiere ningún conocimiento técnico, pero puede llegar a ser peligrosa ya que transcurre por un desfiladero y cualquier imprudencia nos puede costar cara…

Originalmente la ruta empezaba en Posada de Valdeón, pero son 10 kilómetros más y a pesar de ser un tramo precioso deberemos obviarlo ya que no se puede realizar en un solo día la ida y la vuelta. Por su duración, casi todo el mundo hace el trayecto Caín – Poncebos o Poncebos – Caín. La ruta se puede hacer con niños e incluso con perros (atados, por precaución), pero lógicamente hay que tenerlos siempre cogidos de la mano y bien vigilados para que no se asomen más de la cuenta al borde del camino, ya que es peligroso.

Nosotros os aconsejamos, si vuestro estado físico lo permite, hacer ida y vuelta en un día, pero si no se puede dormir en Caín y  hacer la vuelta al día siguiente. Otra opción si el dinero no es problema, es coger un taxi en Caín para que os lleve de vuelta a Poncebos. ¿Que por qué digo lo del dinero? Pues porque este taxi tiene que rodear los Picos de Europa al no haber carretera directa que atraviese la montaña, y por lo tanto te costará más de 100 euros… así que lo mejor es ponerse en forma y ahorrarse ese dineral para gastarlo en cualquier otro capricho.

 

Recorrido desde Poncebos a Caín

En nuestro caso, que iniciamos la ruta desde Poncebos, saliendo de Arenas de Cabrales, cogemos la AS -264 y en el kilómetro 6 tenemos un parking muy pequeño donde se encuentra el funicular de Bulnes. Id temprano, ya que no hay mucho sitio para aparcar, y mucho menos gratuitamente.

Desde aquí cruzamos el Puente del Cares en Poncebos y paralelos al río por su margen derecha dirección Caín vamos hasta la caseta de información donde hacemos un giro de 90º grados a la derecha y comenzamos a subir. A partir de aquí es imposible perderse porque sólo hay un camino, no hay desvíos ni bifurcaciones. Sólo has de seguir el sendero hasta llegar a Caín.

La primera parte es la única que presenta un poco de dificultad, ya que la pendiente es continua, tendremos que ascender unos 250m en unos 2 Km de recorrido, con algún repecho con más desnivel y pequeños escalones que dificultan el caminar. Pero una vez pasados Los Collaos, comienza la bajada y posteriormente el llaneo hasta el final.

Seguimos caminando y adentrándonos en lo que denominan Garganta Divina, y poco a poco el paisaje se va convirtiendo cada vez más en espectacular, pasando por los puentes del Bolín y de Los Rebecos y donde la senda vuelve a sorprendernos con unos pequeños túneles excavados en la roca, que nos conducen hasta nuestro destino final, el pueblo de Caín en León.

Aprovechamos para descansar un rato y tomarnos el bocadillo disfrutando de las increíbles vistas, aunque por desgracia tampoco pudimos demorarnos mucho, ya que todavía nos faltaba la vuelta. Para mí la única pega de la ruta es el hecho de ir y volver por el mismo camino, pero esto ya es una apreciación personal, ya que prefiero las rutas circulares, pero es para que lo valoréis antes de poneros en marcha.

Perfil – Dificultad

Fuente: rutadelcares

 

Distancia.– 12 km (Ida y vuelta son 24 kilómetros).

Dificultad.- Baja / Media

Tiempo.- 3/4 horas (Sólo Ida).

Altitud.- Punto más alto 525 metros.

La dificultad en el 85 % del recorrido es baja, excepto los 2 km. de subida desde el lado de Poncebos.

 

Equipamiento necesario

– Llevar buen calzado. Si llevamos unas botas mejor que zapatillas porque hay algunas piedras y arenilla suelta en la zona cercana a Poncebos y van a ir mejor.

– Llevar agua porque no hay sombra hasta llegar a los túneles y hay que hidratarse.

– Llevar un poco de comida porque dependiendo del ritmo os puede llevar bastante tiempo, sobre todo si se hace la ruta de ida y vuelta y no hay bares hasta llegar al pueblo, claro.

– Al igual que el agua, es importante llevar algo que os proteja la cabeza, ya que la mayor parte del recorrido transcurre al descubierto, sin sombra, y no queremos sufrir una insolación que nos amargue el día.

– Si el día está soleado, es importante llevar crema solar para evitar las molestas quemaduras, así como también unas buenas gafas y una ropa adecuada a la temperatura.

 

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  1. Muy buen post, muy claras las explicaciones. Pero debo decir que lo que para ti es la única pega – ir y volver por el mismo camino – para mí es una ventaja. Las vistas cambian dependiendo de la perspectiva, así no tengo que parar cada dos por tres para dar la vuelta y ver el paisaje; sé que a la vuelta lo voy a ver y no se me escapará nada.
    Por otro lado, si me permites un consejo rápido, si vais con gente mayor o niños casi que recomendaría empezar en Caín y no hacer los últimos 2 kilómetros antes de Poncebos, así evitaríais todas las complicaciones físicas, pero no el paisaje. P.S. Lo hablo desde nuestra experiencia personal, que nos llevamos a los suegros a hacer la ruta desde Poncebos y pasados aquellos dos kilómetros, empezaron a protestar;)

    • Caray, qué cracks tus suegros!! si les digo a mis padres de meterse por ahí me mandan a paseo jajaja. Para mí lo de las rutas lineales no vale, prefiero tomarme mi tiempo admirando el paisaje que voy viendo y seguir avanzando por otro camino hasta llegar a punto de inicio, pero eso ya es cuestión de gustos 😉