Si disponéis de varios días en Cracovia, podéis combinar la visita a la ciudad con varias excursiones por los alrededores que os aseguro merecen la pena. Entre ellas hay algunas clásicas y otras no tan típicas para que la experiencia sea completa.

Montículo de Kościuszko

Es un lugar de memoria dedicado al luchador por la independencia de Polonia, Tadeusz Kościuszko (cuya victoria ante el ejército ruso está plasmada en el Panorama Racławicka de Wrocław) y un excelente mirador.

El camino más popular empieza en la terminal de tranvías de Salwator, pasa por la calle Bronisławy y por una colina llamada antiguamente Sikornik, y que actualmente lleva el nombre de la monja norbertina Bronislava quien vivó en una ermita en los bosques cercanos y falleció siendo considerada santa.

Subiendo la colina, pasamos al lado de barrios de chalés de principios del siglo XX, la Iglesia de Santa Margarita y el cementerio de Salwator, lugar donde están enterradas varias personalidades polacas.

A mediados del siglo XIX, el montículo fue ocupado por el ejército austriaco e incluido en el sistema de fortificaciones llamado Fortaleza de Cracovia, construidas en la ciudad y en sus alrededores.

Iglesia de Santa Margarita y Santa Judit

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En la calle Bronisławy podemos admirar una iglesia de madera de planta octogonal de los pocos monumentos de este tipo en Cracovia. Está inscrito en la lista de la Ruta de Arquitectura de Madera de la región de Małopolskie.

En el cementerio que rodea la iglesia se realizaban antiguamente entierros de las víctimas de numerosas epidemias, siendo la más peligrosa en la historia de la ciudad la del cólera que atacó la ciudad en 1707, diezmando a la sociedad. Los enfermos se transportaban fuera de las murallas de Cracovia donde se los dejaba en cabañas provisionales hasta que recobrasen la salud; sin embargo, la mayoría de los enfermos moría y se les trasladaba a la colina Skornik, donde eran enterrados en fosas profundas que se llenaban de caliza para desinfectarlas. Tras varios años, los restos humanos fueron trasladados a otro cementerio, al lado de la cercana Iglesia de San Salvador.

Nowa Huta

Se trata de una ciudad ubicada 10 kilómetros del centro, edificada durante la época comunista siguiendo el modelo soviético. Se dice que la idea surgió para mostrar al pueblo polaco las bondades del régimen comunista, ya que Cracovia fue uno de los principales focos anticomunistas de Polonia.

Comenzó a construirse en 1949 para alojar a los trabajadores de un complejo siderúrgico que se convirtió en el principal productor de acero de Europa. Durante la época comunista, llegaron a vivir 100.000 personas. Desde la caída del Muro de Berlín en 1989, se trata de un barrio más de Cracovia y gracias a su situación y los bajos precios de los alquileres, viven más de 250.000 personas.

Hay un  múltiples tours que recorren la zona, ya que es bastante grande y sin un guía la visita puede resultar algo tediosa. Si queréis ir por libre, el punto más importante es la plaza central (Plac Centralny), renombrada como Ronald Reagan en 2004, desde la cual salen 5 grandes avenidas formando una estrella y está rodeada por urbanizaciones que recibieron nombres muy simples: A, B, C y D: son pueblos en miniatura llenos de árboles y autosuficientes, dotados de refugios antiaéreos y otras instalaciones defensivas.

Destaca el Centro Administrativo de la antigua Acería Lenin (hoy, Arcelormittal Poland), un conjunto de edificios diseñados en estilo renacentista polaco al que los habitantes locales llaman el Palacio Ducal o incluso Vaticano.

Además de un teatro (Teatro Ludowy) y dos cines gemelos (Świt) y (Światowid), también cuenta, cómo no tratándose de Polonia, con una iglesia, la curiosa Arca del Señor (o de María Reina de la Paz). Ésta debe su nombre a su peculiar forma exterior, y los que sabéis de arte estaréis pensando en cómo se parece a la capilla Ronchamp de Le Corbusier… y estáis en lo cierto, su arquitecto se inspiró en esa obra, intentando construir un templo con la forma del Arca de Noé posada en el monte Ararat.

Comenzó a construirse en 1967 y la piedra angular (un fragmento del sepulcro de San Pedro enviado desde Roma) la colocó Karol Wojtyła, más conocido como Juan Pablo II, que en ese momento era obispo de Cracovia.

El interior del templo también es inusual. Destaca la cruz de ocho metros, esculpida por Bronisław Chromy, el creador del Dragón de Wawel; y la diversidad de los elementos del mobiliario (que fueron regalados por católicos de diferentes partes del mundo), hasta se puede encontrar un cristal de rutilo, traído desde la Luna por los astronautas del Apollo 11.

Campo de concentración de Auschwitz-Birkenau

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La conmovedora visita al campo de concentración y exterminio de Auschwitz-Birkenau, es una de las excursiones en Cracovia más imprescindibles. No es un lugar agradable, pero creo que debería ser una visita obligada para concienciarse de las atrocidades que allí ocurrieron durante la Segunda Guerra Mundial y la ocupación nazi de Polonia. Para ampliar información, tenéis todos los detalles sobre la visita en este post.

Minas de sal de Wieliczka

Estas impresionantes minas de sal son Patrimonio de la Humanidad y las más antiguas de Europa, contando con más de 300 kilómetros entre salas y galerías. Durante la visita se pueden observar sorprendentes salas en las que se encuentran un montón de esculturas hechas en sal , galerías e incluso lagos subterráneos.

Aunque el momento cumbre de la visita es cuando se accede a la parte superior de la Capilla de St. Kinga de 54 metros, decorada con estatuas y otros monumentos hechos exclusivamente en sal, sin duda uno de los lugares más increíbles del mundo.

La temperatura en el interior es de alrededor de 16 grados, así que si sois frioleros es mejor que llevéis algo de abrigo, y no se puede entrar con bolsos o mochilas grandes, por lo que deberéis dejarlos en el autobús del tour o bien tenerlo en cuenta si vais por libre (cogiendo el autobús local 304 en la parada de la Galería Krakowska).

Se pueden hacer fotos durante todo el recorrido incluso con flash, aunque cuando se llega a la Capilla de St. Kinga, se deben abonar 10 PLN por el permiso de fotografía. Se pueden adquirir las entradas aquí.

Zakopane

Si disponéis de tiempo, esta ciudad situada a 100 km de Cracovia es otro de los lugares imprescindibles que visitar en Polonia. Considerada la capital de invierno del país, destaca por sus paisajes, casas de madera de techo inclinados y por ser el lugar desde donde parten las rutas de senderismo por el Parque Nacional de las montañas Tatras (Tatry en polaco).

Podéis llegar a Zakopane en bus (2h) o en tren (3 horas y media) desde la estación central de Cracovia. Nosotros lo hicimos en bus, que tiene bastante frecuencia y hay varias empresas que cubren esta ruta, como Majerbus (que cuesta 21 PLN) o Flixbus (que cuesta entre 5 y 14 euros dependiendo de la hora de salida). Si preferís el tren, entonces tenéis dos empresas que prestan esos servicios: Pkp Intercity (segunda clase desde 25 PLN) y Polregio (precios desde 14 PLN).

Su zona más destacada y animada es la calle Krupówki, llena de restaurantes, tiendas, músicos, etc, … y al final de la  misma está el mercado, donde venden piezas de artesanía local y se puede probar el Oscypek, un queso ahumado tradicional polaco que se suele probar caliente y con un toque de arándanos.

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Otros puntos bonitos de la ciudad son el antiguo cementerio y algunas iglesias como la de la Sagrada Familia y la Capilla de Piedra, y si disponeis de tiempo extra, es muy recomendable hacer una ruta andando por los Montes Tatras hasta llegar al lago Morskie Oko, uno de los más bonitos de Europa.

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Desde la estación de Zakopane se coge un minibus que en 45 min os dejará en la entrada del Parque Nacional por unos 10 PLN por persona. Una vez allí tendréis que pagar la entrada, que son unos 5 PLN, y a partir de aquí comienza el trayecto a pie que durará alrededor de hora y media o dos horas. Está prohibido ir en bici, ya que ha habido accidentes, por lo que os tocará mover las patitas un rato, aunque nada de gran dificultad. El trayecto es cómodo, con muchos tramos de asfalto y está bien indicado, asequible para la gran mayoría de las personas (incluso llegamos a ver un grupo de monjas excursionistas de edad avanzada realizarlo sin problemas).

Varsovia

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La capital de Polonia está situada a unos 300 kilómetros, por lo que recomiendo que dispongais de 2 días para recorrerla. Cuna de personalidades tales como Marie Curie o Frédéric Chopin, posee un bonito casco histórico Patrimonio de la Humanidad. En este post os dejo todas las claves para visitarla sin perderse ni uno de sus imprescindibles.

Wrocław

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Esta encantadora ciudad en la que se reparten un montón de simpáticos duendecillos se encuentra a unas 3h de Cracovia. Aunque ya empieza a ser bastante conocida, todavía es poco turística y tiene muchísimo encanto. A continuación os dejo el post con toda la información sobre qué ver en Wroclaw (o Breslavia) para que la visita sea lo más completa posible.

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