Planes que hacer en Galicia en un día de lluvia

En Galicia llueve mucho. O eso suelen decir los habitantes de otras comunidades españolas. Y es que el verde de nuestro paisaje no sale de la nada, pero también es cierto que tiene su encanto. Así que no dejéis que esto os arruine el viaje y tomad buena nota de estos planes:
Tabla de contenidos
Visitar museos
A Coruña
En A Coruña existen muchas opciones a nivel museístico, aunque abundan los relacionados con la ciencia. Destacan la Domus-Casa del Hombre, la Casa de las Ciencias y el Aquarium Finisterrae, todos ellos perfectos además para ir tanto solos como en familia.
Además están otros como el Museo de Belas Artes da Coruña, la Casa-Museo de Emilia Pardo Bazán o la Casa – Museo de Picasso.
Santiago
La capital gallega también tiene una gran oferta cultural, especialmente con la apertura de la Cidade da Cultura, lugar donde se realizan exposiciones de lo más interesante. Podéis consultar su programación aquí.
Otros lugares interesantes son el Centro Galego de Arte Contemporánea (CGAC), y muy cerquita está el Museo do Pobo Galego, donde podréis aprender acerca de las costumbres y la vida de los gallegos a lo largo del tiempo.
Lugo
Si la lluvia os pilla en Lugo, aparte de tapear podéis acercaros hasta la Domus de Mitreo y la Casa de los Mosaicos, la Antigua Cárcel (hoy reconvertida en lugar expositivo), el Museo Provincial o el Castro de Viladonga.
Ourense
En la ciudad de las aguas termales os encontraréis con opciones tan interesantes como el Centro de Interpretación de As Burgas, el Museo Municipal, el Museo Catedralicio o algo tan curioso como el Museo de la Cornamusa, sobre gaitas y cornamusas de todo el mundo.
Pontevedra
Pontevedra es una ciudad con mucho encanto, llueva o no. Y un buen plan que hacer allí cuando el tiempo no acompaña es visitar el Sexto Edificio del Museo de Pontevedra, donde podréis encontrar piezas arqueológicas, artículos de orfebrería procedentes del llamado Tesoro de Caldas, muebles y pinturas de diversos siglos y una gran exposición dedicada al escritor, político y dibujante Alfonso Daniel Rodríguez Castelao.
Vigo
En el centro de Vigo os encontraréis con dos opciones: el Museo de Arte Contemporáneo (M.A.R.C.O.) y el Salinae, unas salinas romanas de los siglos I-III d.C. que cuentan con una exposición de objetos encontrados relacionados con la recolección de la sal y los usos que les daban los romanos.
Un poco más alejado del centro (en Punta de O Muíño, a unos 6km) pero no por ello menos interesante es el Museo do Mar. Fue levantado sobre una antigua conservera y su exposición permanente se centra en el desarrollo de la industria pesquera gallega desde épocas prehistóricas.
Otros
Aunque hay muchas más, os dejo otras opciones en localidades pequeñas pero que merecen la pena:
- Ferrol: aquí se encuentran el Museo Naval y Exponav, donde podréis ver numerosos objetos notables de la Armada como los restos de la fragata Santa María Magdalena, hundida en 1810 en la ría de Viveiro; o instrumentos náuticos utilizados en los siglos XVIII y XIX.
- Mugardos: esta villa marinera se encuentra muy cerca de Ferrol. En ella podréis sorprenderos con el Centro de Interpretación de Caldoval, donde se han trasladado los restos de unos baños romanos situados al lado del mar que formaban parte de un complejo arquitectónico parcialmente arrasado por la acción marina.
- Padrón: en este pueblecito cerca de Santiago se encuentra la Casa Museo de Rosalía de Castro, una de las escritoras gallegas más importantes de todos los tiempos.
- Campo Lameiro: en este municipio pontevedrés se encuentra un conjunto de arte rupestre al aire libre que alberga cerca de 100 rocas con grabados y petroglifos de gran valor arqueológico e histórico. Cuenta con un centro de interpretación con salas de proyección, exposiciones y una biblioteca; y en sus instalaciones se recrea también un poblado de la Edad del Bronce.
- Cervo: en esta pequeña localidad se encuentra el Museo Histórico de Sargadelos. Estas fábricas creadas a finales del siglo XVIII fueron en sus inicios la primera siderurgia integral de España. De ella salieron armas, municiones y objetos civiles, conviviendo en el siglo XIX con una innovadora fábrica de loza que introdujo en España formas y decoraciones hasta entonces ligadas a las piezas de origen inglés.
- O Cebreiro: aquí se encuentra un grupo de pallozas convertidas en museo que se conservan desde el siglo X. Las pallozas son viviendas de planta oval adaptadas a la vida en la montaña con un tejado de paja muy tupido para poder soportar nieve y aire. Además, este pueblo es conocido paso para los peregrinos que realizaban el Camino Francés.
Entrar en la Catedral de Santiago
En Santiago llueve y mucho, tal y como se ve reflejado en algunos poemas y canciones. Un buen plan es aprovechar para entrar en la Catedral, icono de la ciudad y el monumento más visitado de Galicia.
Además su entrada es gratuita, aunque si decidís visitar la cripta o el Pórtico de la Gloria casi seguro que os tocará hacer cola.
Hacer una ruta de murales urbanos
El arte urbano o street art es una tendencia al alza que le da mucha vida a los pueblos y ciudades llenando con sus coloridos dibujos paredes desconchadas o edificios ruinosos, convirtiéndolos en algo bonito a la vista y atrayendo miradas hacia lugares que pasarían desapercibidos.
Lugares como Ferrol, Ordes, As Pontes o Vigo tienen sus propios festivales en los que cada año se añaden nuevas obras, a cada cual más impresionante. Tenéis más información en los enlaces.
Subir a un faro romano
El símbolo más reconocible la ciudad de A Coruña es la Torre de Hércules, el único faro romano y el más antiguo en funcionamiento del mundo. Con 59m de altura, ofrece unas preciosas vistas de la ciudad, del océano Atlántico y de los elementos de su parque escultórico, que también merece la pena visitar (aunque está al aire libre).
Ver el mar
La playa en invierno tiene un aire mágico, y cuando llueve, el paisaje que se forma con el mar rompiendo contra las rocas es impresionante. Aunque eso sí, mucho cuidado con esto, no vaya a ser que hagáis vuestra última foto… como solemos decir aquí, con sentidiño.
Un buen lugar para disfrutar este espectáculo es la zona de la Costa da Morte y la que se sitúa entre Cabo Ortegal y Estaca de Bares, debido a que en estos lugares el mar bate con mucha fuerza.
Visitar castillos
En Galicia, aunque no lo creáis, también hay un montón de castillos, aunque quizá su conservación no es tan buena como la de otros emplazamientos debido al clima. Aquí van unos cuantos que merece la pena ver:
Castillo de la Palma
Esta construcción data de 1597, aunque el edificio que vemos actualmente pertenece al s. XIX. Servía como punto de vigilancia marítima y carecía de armamento. Está emplazado en un lado de la entrada de la ría de Ferrol enfrente del castillo de San Felipe, y junto a éste y al antiguo fuerte de San Martín, formaban el llamado «Triángulo de fuego» para defender la ría ante posibles ataques por mar. La visita se puede completar con un paseo para descubrir el pueblecito de Mugardos, o bien acercarse hasta Ferrol.
Castillo de San Felipe
Se trata de la construcción militar más importante de Ferrol. Está situado enfrente del Castillo de la Palma y su construcción data del s. XVI, aunque el edificio que hoy conservamos es del s. XVIII, momento en el que fue remodelado. En agosto de 1800 hubo un intento de destruir los astilleros por parte de la armada inglesa en la llamada Batalla de Brión.
Durante aquellos combates se envió una fuerza de cuatro mil soldados, que fueron vencidos gracias al apoyo dado desde el fuerte de La Palma y de las cañoneras situadas en la ría, lo que obligó a las tropas británicas a reembarcar. La visita es gratuita y abre todos los días del año (incluido festivos) de 10h a 14h y de 16h a 20h.
Castillo de Moeche
Es un castillo medieval del siglo XIV (reconstruido a finales del siglo XV tras las Revueltas Irmandiñas) vinculado a la casa de los Andrade y perteneciente a la comarca de Ferrol. Anualmente se celebra un festival de música en el que se conmemora el levantamiento popular de los Irmandiños, campesinos gallegos que se rebelaron contra el poder y la opresión de los señores feudales en el s. XV.
El festival se celebra todos los años en agosto, donde las personas asistentes escenifican el asalto al castillo con palos y antorchas y uniendo la fiesta con música y juegos populares. Más información en su web.
Castillo de San Antón
Actualmente alberga el Museo Arqueológico e Histórico de A Coruña, que se asienta en una antigua fortaleza construida en el siglo XVI para la defensa de la ciudad y del puerto de los ataques por mar.
Entre los siglos XVI al XVIII fue un edificio defensivo y prisión, más tarde fue utilizado para aislar a los marineros que llegaban a la ciudad afectados de alguna enfermedad infecciosa.
Castillo de Vimianzo
Levantado en el s. XIII, se encuentra en muy buen estado de conservación, aunque la mayoría de sus construcciones pertenecen a los siglos XIV y XV.
Actualmente la fortaleza está convertida en un museo de artesanía en el que durante todo el año se pueden contemplar palilleiras, cesteros, olería de Buño, etc. Está abierto todos los días del año excepto los lunes y la entrada es gratuita.
Castillo de Pambre
Es una fortaleza del siglo XIV situado en Palas de Rei. A finales del s. XV tenía funciones militares de custodia del Camino de Santiago y de cobro de impuestos, aunque con el tiempo acabaron derivando en centro de explotación agrícola de las tierras vinculadas a la propiedad de la fortaleza.
Castillo de Castro Caldelas
Castillo de Soutomaior
Es un castillo medieval del siglo XII situado a 20 kilómetros de Vigo y a 15 de Pontevedra. En la finca se encuentra un jardín botánico de 15.700 m2 en el que se pueden encontrar 175 especies arbóreas diferentes, algunas de ellas con más de ochocientos años de antigüedad. También destaca la colección de 300 ejemplares de camelias de 22 tipos diferentes, que fue declarado en 2012 Jardín de Excelencia Internacional por la Sociedad Internacional de la Camelia.
Entrar en algún monasterio
Otro buen plan cultural aparte de los castillos es adentrarse en alguno de los muchos monasterios que hay en Galicia. Aunque hay muchos más destacan los de Oseira, Santo Estevo de Ribas de Sil, Santa Cristina de Ribas de Sil, Caaveiro, Santa María de Monfero, San Clodio, Sobrado dos Monxes, San Martín Pinario, Oia o San Pedro de Rocas.
Comer, comer y comer
En Galicia la comida es prácticamente una religión, nos encanta comer mucho y bien. Si llueve mucho y hace frío, aprovechad para degustar la rica gastronomía local: empanada, lacón con grelos, churrasco, caldo, raxo con patatas… la lista es larga, así que tenéis muchas alternativas.
Tapear
En casi todos los sitios a los que vayáis os darán alguna cosa para picar, pero si os encontráis en Lugo os aseguro que es otro nivel. En la mayoría de sitios suelen ofrecer una tapa gratis con cada consumición, y en ocasiones, pasan camareros con bandejas llenas de pinchos para quien guste repetir, una auténtica fantasía para los que nos encanta la comida.
Así que si el día se presenta regulero, después de alguna visita cultural y compras varias, un buen plan es darse una vuelta y observar cuáles son los bares que tienen más gente, ya que probablemente sean los que ofrecen mejor comida o más cantidad.
Tomar chocolate con churros
Un clásico para las tardes de lluvia y frío es calentar el cuerpo con un café, té o chocolate acompañado de algún tipo de bollería. En la zona situada entre A Coruña y Ferrol se encuentran algunos locales famosos por sus churros que merece la pena mencionar:
- Bonilla: comenzó con un pequeño local en Ferrol, aunque actualmente tiene también varias delegaciones en A Coruña. Son mundialmente conocidos gracias a sus patatas fritas, que se hicieron famosas después de aparecer en la película «Parásitos», y actualmente se envían a 20 países.
- El Timón: otro clásico en A Coruña.
- Las Vegas: situado en Cabañas, es todo un clásico conocido por las gentes de Ferrolterra y alrededores. Atienden rápido y bien, y los churros son una maravilla, crujientes y nada grasientos. Eso sí, el café con leche suele ir bien cargado 😉
Probar la tortilla más conocida
Los cascos antiguos de las ciudades toman mucho encanto con la lluvia y el cielo plomizo. Si estáis cerca de Betanzos no dudéis en acercaros hasta allí para recorrer sus calles y ver todas las construcciones impulsadas por los hermanos García Naveira, principales benefactores de la ciudad. Y ya de paso entrar a alguno de sus restaurantes para probar su famosa tortilla. (Aunque sólo si os gusta poco cuajada, claro).
Tomar algo en un furancho
Si os encontráis en la provincia de Pontevedra, una buena opción es visitar alguno de sus furanchos, locales situados en los bajos de casas particulares donde se vende el excedente de vino de la cosecha propia acompañado de tapas caseras, siendo las más habituales el chorizo, oreja de cerdo, tortilla, zorza y empanada. Además, los clientes pueden llevar su comida. Eso sí, sólo abren unos meses al año, entre diciembre y junio.
Comerse un buen cocido
Uno de los platos más populares de la cocina gallega es el cocido (aunque parecido, no es lo mismo que el madrileño), ideal para reconfortar el cuerpo los días con frío y lluvia. Aunque lo podréis encontrar en cualquier establecimiento, el más conocido es el de Lalín.
Relajarse en aguas termales
Un buen plan cuando diluvia es sumergirse en agua calentita y desconectar del mundo, y en Galicia existen muchos lugares donde encontraréis aguas termales y balnearios. Aunque las termas de Ourense son las más famosas, podréis remojaros a gusto en Ribadavia, Mondariz, Caldas de Reis, Lugo, Villalba, Carballo…